- ¡Oh pan de mi sustancia que me alientas!,
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- ¡Oh pan de mi sustancia que me alientas!,
- no hay a mi paladar alguna cosa
- como el bocado tuyo deleitosa,
- que en tu gusto mis gustos apacientas.
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- Muero por Ti de hambre y te me ausentas;
- no huyas de quien tiembla temerosa,
- -que aunque morena, soy también hermosa-
- cuando en mi pobre choza te aposentas.
- .
- Traga en tu lleno todo mi vacío
- para que así enriquezcas mi pobreza
- quedándote en el corazón de asiento.
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- Pues estando sin mí, quiere ser mío,
- deja el retrato, amor, de su belleza
- y quédese cerrado el aposento.
- .
- Cecilia del Nacimiento
Maravilloso poema-oración, misticismo puro. No lo conocía y ya lo he rezado para el domingo, que ya es, pues son 2´57.
ResponderEliminarMuchas gracias, Terly, es un gusto venir aquí
Un beso
Las 2,57, Militos, veo que tú, para irte a la cama, cuentas como yo, "a la de una, a la de dos y... a la de tres"
ResponderEliminarGracias por tu presencia y un beso,
Precioso Soneto de Cecilia ...es un placer venir a verte aqui tambien te veo por Facebook gracias a Dios
ResponderEliminarun abrazo siempre de esta amiga
Marina
SIMPLE-MENTE SALUDARTE EN TU CAPILLITA DEJANDO UN ABRAZO PARA TI
ResponderEliminarUN BESO
Marina
Marina
ResponderEliminarMi querida Marina, te correspondo a ese abrazo con un afectuoso beso y mi agradecimiento por estar siempre dispuesta a acompañarme.
Siento que cada vez puedo dedicarle menos tiempo a estos quehaceres del ordenador pero sabes que te aprecio mucho y que me hace mucha ilusión verte.