Autor: JJRME (Terly)
¡QUIÉN PUDIERA PODERTE CONSOLAR!
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Extenuada a sus pies: llegó ese día
tan temido, llegó el aciago instante
tan temido, llegó el aciago instante
de ver morir al hijo, jadeante,
víctima de sangrienta tiranía.
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Cuan grande es tu sufrir, Virgen María,
que sin morir te mueres cada instante,
tu rostro demudado, tu semblante,
confirman se cumplió la profecía.
que sin morir te mueres cada instante,
tu rostro demudado, tu semblante,
confirman se cumplió la profecía.
¡Quién pudiera poderte consolar!
A Ti, la imagen viva del amor,
mas no existe, por más que yo quisiera,
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el modo de paliar o mitigar
de una madre su agónico dolor
por la muerte de su hijo en tal manera.
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JJRME (Terly)
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