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TARDE TE AMÉ
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¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé¡ y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
.
Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.
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Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillante y resplandeciente, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia paz que procede de ti
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¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé¡ y tú estabas dentro de mí y yo afuera,
y así por de fuera te buscaba; y, deforme como era,
me lanzaba sobre estas cosas que tú creaste.
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Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.
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Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera;
brillante y resplandeciente, y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo;
gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti;
me tocaste, y deseo con ansia paz que procede de ti
Recibido mensaje via MILITOS, gracias por todo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEl título ya lo dice todo, querido Terly, siempre buscándole fuera, cuando está tan adentro, por eso llegamos tarde.
ResponderEliminarEsta oración de S. Agustin siempre me pareció todo un tratado de Teología.
Un beso vía Sicilia
(Cuidado con la mafia)
*"Aleluya"*
ResponderEliminarSeñor ,estás conmigo,
converso día a día, te acompaño,
confío en tu llamada, tu partida,
porque después Señor,siempre te tengo.
Miro el sol que tus brazos abiertos me concede,ese cielo entre flores en místico jardín
de estrellas,
cuando sale la luna te escondes entre ellas,
y tan sólo, Señor, tu corona aparece.
Tan brillante entre la oscura noche,
la corona se mece entre tu largo pelo,
las espinas resplandecen en platino macizo,
a la vez sujeta entre la frente,abarca el cielo.
Ese cielo que nos abres la puerta cada día,
donde ahí nos esperas con ternura.
Ese cielo,la casa del Señor,que siendo tuya
también es la mía, la de todos ,Aleluya.
Autora:Marina Pastor Diez
Preciosa oración-reflexión de S.Agustín..
ResponderEliminarEs cierto nos cansamos en buscar y buscar fuera,lo que ya tenemos dentro.. Y nos espera el amor grande de Dios,que se nos pierde entre la niebla de las circunstancias.
Mi gratitud y mi abrazo grande Terly
M.Jesús
Querido Terly:
ResponderEliminarComo ya te dije, estoy de "descanso" bloguero, pero a la oración no puedo faltar, y más con esta belleza de S. Agustín que nos has traído...
Palabras sabias donde las haya...La juventud y sus devenires nos impelen a vivir más "hacia fuera" que hacia nuestro interior...Pero llega un momento, necesario en nuestra evolución, que el hombre debe volver su mirada hacia dentro, pues es en el único lugar que encontrará a Dios.
Espero que ya estés disfrutando de los aromas y paisajes Sicilianos...
¡Disfruta!
Un beso enorme.
Terly,perdon por tardar tanto con mi comentario,es que supuse (equivocada por cierto) que al estar ausente no pubicarías tu oraión de este pasado domingo, pero al asomarme hoy me encontré con la sorpresa de esta hermosa oración y la he rezado aunque no el domingo.También Dios me perdonará.GRACIAS POR SER TAN CONSTANTE Y CUMPLIDOR.
ResponderEliminarUn cariñoso beso en tus vacaciones.para toda tu familia.
Todo cristiano puede rezar esta oración confiado en que los primeros serán los últimos, y los últimos, los primeros!
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